19 de noviembre de 2010

DISEÑANDO EL PIR: TODOS FRENTE AL DESASTRE

Las estadísticas dicen que Guatemala es el cuarto país más vulnerable del mundo ante los desastres, según un informe de Naciones Unidas. Es este un desafío claro al desarrollo. Alguien que sabe mucho de vulnerabilidad, Gustavo Wilches-Chaux, ha establecido una clasificación en la que distingue once tipos de esta medida que ayuda a conocer cuán susceptible es un bien expuesto a un fenómeno perturbador. De los once, nos interesan cuatro:

- natural. Las condiciones ambientales y sociales que se dan en un territorio y que sus habitantes necesitan para desarrollarse, además del uso que los humanos dan a los recursos

- física. Se refiere a la localización de la población en zona de riesgo debida a la pobreza y la falta de oportunidades para otra ubicación

- social. Se produce un grado deficiente de organización y cohesión interna de la sociedad, que limita su capacidad de prevenir, mitigar o responder a situaciones de desastres (posibilidad de acceso al saneamiento ambiental, nutrición infantil, servicios básicos que permitan la recuperación de los daños ocurridos, las creencias y los comportamientos de esa comunidad)

- económica. Dicho de manera sencilla, la pobreza aumenta el riesgo de desastre

Con estas cuatro formas de vulnerabilidad proyectadas en una pared, las organizaciones que forman parte del programa Oxlajuj Tz'ikin se han sentado a dialogar y consensuar el PIR que compartirán. Pero... qué es eso del 'PIR'? Muy sencillo! Es un Plan Institucional de Respuesta o, lo que es lo mismo (pero no tan sencillo...), la herramienta por la que se regulan los mecanismos de respuesta de las instituciones ante una situación de emergencia. Su importancia reside en el hecho de que permite priorizar acciones, optimizar recursos y enfrentar de manera coordinada un desastre de la magnitud de la tormenta Ágatha, que arrasó el país centroamericano y dejó 165 muertos y 78 desaparecidos en mayo de este mismo año.

Así las cosas, lo primero que se aborda a la hora de diseñar un plan de estas características es el análisis de recursos (humanos y materiales), para ver cuál podrá ser el alcance de esa respuesta conjunta. A continuación se reparten las acciones entre el personal disponible, asignando a cada quién un cometido concreto que se asociará a la vez con un nivel de alerta, siguiendo la escala de colores que puede consultarse a la derecha.

Con toda esa información sobre la mesa, el Programa está en disposición de determinar cuál será el momento en el que se intervendrá: una acción inmediata durante el desastre o una acción posterior para paliar sus efectos.

Para todo ello se contará previamente con los mapas de riesgos de las distintas comunidades. En ellos estará indicada la ubicación de cada vivienda, de los albergues y de todas las infraestructuras con las que cuente ese asentamiento y que pueden suponer una ayuda o un obstáculo en caso de desastre.

Precisamente durante este mes las comunidades están actualizando sus mapas con nuevos habitantes o nuevas construcciones. La organización encargada de recogerlos y sistematizarlos es el Colectivo Poder Desarrollo Local (CPDL), la misma que en el Programa desarrolla el proyecto de gestión de riesgos como contraparte de Acsur-Galiza. Su personal en terreno fue también el encargado de impartir el taller de elaboración del PIR del Oxlajuj Tz'ikin. Con la lección anotada en los cuadernos, las nueve entidades que operan en el terreno en el marco de este programa de la Xunta de Galicia han dado un paso más hacia un plan colectivo de respuesta.

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